sábado, 14 de abril de 2012

Para compartir contenido de valor, empieza por leer lo que retuiteas

"Confirmado, no nos leemos lo que tuiteamos", afirma rotundo y con sorna Eduardo Prádanos a raíz de un caso real. Tras ver como uno de sus artículos empezaba a circular por la red con comentarios que lo ensalzaban mientras que al tiempo el vínculo estaba roto y evidenciaba el pecadillo (se retuiteba sin haberse leído realmente... Y eso NO es compartir contenido de valor porque ni sabes lo que se dice), Prádanos afirmaba muy atinadamente:
"Supongo que les habría parecido muy interesante el título (lo cual les agradezco enormemente) pero uno no se curra un edificio completo para que le valoren solamente el tejado. Si no, me haría llamar titulista y no columnista. Oye, que a lo mejor hay que especializarse en eso y es donde está el negocio: - Vendo títulos para artículos de Social Media – les diría a mi círculo cercano".

Es un tema que merece reflexionar. La verdad es que hasta ahora yo leo lo que retuiteo, bueno... Leo, leo... Abro el link, eso sí, y miro en diagonal si es interesante. Algunos me enganchan, como este tuyo, porque no lanzarte la flor si es verdad, y me lo leo entero. Otros, porque son largos o no tengo tiempo, los miro por encima y me los autoenvío "para más tarde".



Es una confesión que me da pudor, pero tengo una carpeta llena de artículos interesantes por leer que quizá están hasta obsoletos, "para cuando tenga tiempo". Me digo que podría incluso hacer un recopilatorio por temática de los mejores para recomendarlos, comentarlos o rebatirlos en el blog. Pero se me acumula la faena, los días pasan y encima no estoy contando los ensayos que he ordenado en el e-book ni los tochos novelados de papel que me encanta leer antes de ir a dormir que se apilan inestablemente en mi mesilla de noche. No hay tanto tiempo de viaje de metro como minutos de lectura necesito. Eso sin contar que no se trata sólo de leer, si no de entender, aprender, relacionar con lo ya sabido, descubrir nuevas lagunas, progresar en el conocimiento, aplicarlo... Ah, perdón, y en las redes sociales y el entorno 2.0, compartir, comentar, conversar...

A veces, y sin que se convierta en una paranoia contínua, deberíamos pararnos a reflexionar bien sobre el volumen de información que gestionamos, que somos capaces de gestionar realmente de un modo eficaz. Sobre la infoxicación (por exceso de titulares de todo tipo en nuestro día a día).

Deberíamos reflexionar sobre qué nos interesa realmente y en qué nos vamos a centrar (por temas, por marcas, por personas, por línea editorial... ). En función de lo que decidamos nos nutriremos de una información u otra y como consecuencia de nuestros retuits y contenidos transmitiremos una imagen personal u otra. Como decíanl los expertos en coaching de Soy Mi Marca Jordi Collell y Montse Taboada en el curso sobre marca personal al que asistí hace poco en el Porta 22@, es importante pensar bien hacia donde queremos ir antes de actuar o encaminar nuestros pasos. Es lo mismo, hay tanta información de todo tipo, calidad y seriedad en la red que si no sabemos bien qué buscamos, es fácil que nos perdamos. En este sentido, las listas de Twitter y un buen orden en el lector de feeds y RSS pueden ayudar mucho.

De todos modos, de vez en cuando no está mal divagar y perderse por la red en búsqueda de pequeños tesoros informativos desconocidos pero no por ello carentes de interés. Yo intento programar mis rutas de divagación conscientemente y con horario más o menos marcado, pero eso es un tema personal de autocontrol, que me conozco y si no acabo dando la vuelta al mundo en 80 horas.

Pero volviendo al tema inicial sobre si leemos o no lo que retuiteamos compulsivamente sin hacer la mínima comprobación como si el link funciona o la información es realmente de valor. Es cierto que aunque se insiste mucho en que es importante la "conversación" en plataformas como Twitter, lo que hay es mucho monólogo sucesivo. Lo comentábamos no hace mucho con Miguel Ángel Rolland a raiz de uno de mis tuits, derivado a su vez de un interesante artículo de Puro Márketing "El Community Manager, ese gran conversador" de Inma Jiménez.
  • En , cumplís la regla 80% conversación y 20% autopromoción?
  • ..también llamado monólogo : )
  • Hay mucho monologuista suelto, eso es cierto. Y de tanto escucharnos a nosotros mismos, o ni siquiera, no nos perdemos?
  • xacto, algo se pierde en hablar solos un saludo celia!

 En un intento de estar presentes en el mundo digital a todas horas, pues la rápida obsolescencia de los contenidos es un monstruo de ojos saltones, se corre el riesgo de olvidar las normas de sentido común más básicas como comprobar lo que se recomienda a los demás. A veces, como se dice, menos es más; mejor 10 retuits de calidad que 20 de valor desigual y que pueden acabar dando la sensación en quién nos sigue que somos spamers o que de algún modo estamos por estar.

Haciendo autocrítica de mi timeline de Twitter llego a la conclusión que no, no envío lo que no leo antes, realmente pretendo enviar y comentar lo que a mi misma me interesa. Eso sí, me interesan muchos temas diversos, desde el social media, el márqueting y la comunicación, hasta la conciliación, la maternidad, la educación, los derechos humanos, la política, la ecología o el feminismo. Siempre he sido de gustos variados, digamos "ecléctica"; como todos, supongo. Y no pretendo que mi conjunto de gustos coincidan con el conjunto de intereses de los que me siguen, basta con que tengamos un punto en común, la selección por titulares hará el resto. Pero...

Sí, a veces envío cosas leídas en diagonal. Mea culpa. Puede que a veces en esa primera lectura rápida piense que algo es más interesante de lo que realmente es; eso va en detrimento de la presunta calidad que deseo mantener en mi discurso y conversación.

En realidad, lo que digo e incluso lo que explica Eduardo Prádanos no es más que una cuestión de sentido común. Lamentablemente, y en otro post interesante sobre casos prácticos de lo que NO se debe hacer siendo community manager, Cristina Vives comenta:
"Una cree que los profesiones de la comunicación (sean del tipo que sea) trabajan bajo la bandera del sentido común. Y eso no es siempre así".

En fin, me confieso fan del compartir. Y de la escritura, ojalá mucho de lo que retuiteo lo hubiera expresado yo. Me gusta crear, escribir, opinar, pero no seamos acaparadores: si algo ya está escrito y bien expresado, ¿por qué voy a repetirme y a plagiarlo para que me lean a mí en vez de al verdadero artífice de las palabras encadenadas y con sentido? Lo dicho; Me encanta compartir. A ver si entre todos conseguimos de verdad dar valor al contenido. 

*****

NOTA SOBRE LAS CITAS: este post viene inspirado por el escrito por Eduardo Pradanos "Confirmado, no nos leemos lo que tuiteamos". De muy recomendable lectura tanto por su contenido como por su tono humorístico.

La ilustración de Oliver Widder ha sido copiada de un artículo de Trece Bits que acompañaba el texto titulado "No todo se puede retuitear (RT)", Publicado en http://www.trecebits.com/2010/08/22/no-todo-se-puede-retuitear-rt/ por Manuel Moreno el 22 agosto 2010. Ya véis, el tema no es nuevo.

No hay comentarios:

Entradas recientes