lunes, 25 de noviembre de 2013

Harta de la violencia de género

Lo acabo de Twittear y lo repito: estoy muy harta de reclamar cada 25 de noviembre el fin de la violencia de género. Harta de que la semana antes y apenas unos días después alrededor de esta fecha salgan cientos de estadísticas que nos recuerdan que no sólo no hemos acabado con esta lacra si no que encima con la crisis, la guerra y otras situaciones conflictivas se recrudece. Harta de leer titulares de muertes de mujeres en manos de sus parejas o exparejas, que las "querían" mal, mucho, demasiado... Harta de las cifras y los dramas que se esconden tras esas muertes, porque hay muchas que no llegan a morir pero viven aterrorizadas enterradas en su miedo en vida. Muchas que viven amedrentadas, y no sólo de golpes físicos está lleno el campo. Muy, pero que muy harta de ver que la educación "en igualdad" no cambia a penas las cifras de desigualdades e injusticias. De que después del 25 de noviembre esperemos al 8 de marzo para volver a hablar de la situación de las mujeres, esta vez en general. Harta de reclamar cada día interanacional de la mujer el derecho a ser diferente, vivir la diferencia, ser mujer, y aún así, mira tú por dónde, tener igualdad de derechos. De qué la responsabilidad parezca recaer sobre las víctimas, las mujeres como colectivo, los "demás" están por otras cosas. Muy, muy harta.

Un botón, de muestra, que suscribo. "Sumisión" de Lidia Falcón:

viernes, 22 de noviembre de 2013

Aquellos maravillosos años

Dejadme que plagie el nombre de la famosa serie ahora que estoy en pleno ataque de morriña. De saudade como dicen los portugueses con esa languidez y esa belleza que tan bien se ajusta a mi estado de ánimo de hoy. Es una melancolía feliz, una especie de añoranza de los buenos momentos, de los lugares, de las experiencias vividas, pero sobre todo de las personas con quién pasé esos instantes que, ahora lo sé, eran felices. 


No, no estoy diciendo que cualquier pasado fue mejor, que no haya evolucionado y crecido y me sienta orgullosa de ello. Tampoco digo que quisiera regresar atrás, ni tan siquiera que los momento actuales no estén llenos de muchas alegrías y nuevos buenos momentos. Pero hoy es uno de esos días en que te despiertas con una lucidez emocional especial y, sin saber bien porqué, te vienen a la mente gente que quieres pero que no tienes cerca por diversas circunstancias. Creo que el precioso artículo de Nuria Brugués "Dame la mano" ha sido la chispa que hacía falta para desatar los recuerdos. Y todo ha sido de pronto recuerdo y añoranza. 


Aquellos maravillosos años '90

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