martes, 15 de mayo de 2012

Ahora que todos somos economistas... Cosas que no se entienden.

Portada de La Vanguardia 15/05/2012

Todos somos economistas, macro y micro. Desde que empezó la crisis se ha extendido el virus de la economización de nuestras vidas y ahora quién más y quién menos hablamos de bancos, primas de riesgo, bonos basura, acciones de bolsa, mercados financieros y medidas económicas como si fuéramos el mayor experto de nuestra casa, qué digo... ¡Escalera de vecinos! ¡¡No, barrio!! Mejor aún, ciudad, país, UE, ¡¡¡mundo!!! Ni máster en ESADE ni nada. 

Pero tengo que confesaros algo: yo no me entero del cuento la mitad. Las páginas de economía del diario, ahora prácticamente todas menos las se deportes y a veces incluso también, me siguen sonando a chino. Siempre lo han hecho. Se agradecen los esfuerzos por explicarlo todo con ejemplos y lenguaje de calle, pero a mí se me escapa algo y día sí y día también asisto perpleja a las medidas que nuestros gobernantes toman para salir de esta crisis. Eso dicen.

Sin ir más lejos, la portada de hoy de La Vanguardia me esperara encima de la mesa del café donde hoy he decidido darme una pausa-capricho (estos son mis lujos, ya véis). Masoquista, caigo en tentación de mirarla, leerla, intentar entenderla objetivamente, incluso miro la noticia extendida. Me asaltan los titulares como ladrones de caminos que me pidan la bolsa o la vida. Lastima que no reconozco en ellos ningún Robon Hood. "Mas asume la tercera tanda de recortes". Para cumplir el objetivo del déficit (unas de esas palabras con que nos llenamos la boca pero que estoy segura que no sabemos definir realmente ni entendemos sus mecanismos ni consecuencias), incluye nuevas privatizaciones y nuevas tasas en educación. Justo debajo dos señores conversan muy serios y tarjados (De Guindos y Jean-Claude Juncker, todos sabemos quienes son, o no?) pero a estas alturas los miro con desconfianza. El titular que sigue completa la portada: "Europa pide a España que dedique más fondos para rescatar bancos". Justo en ese momento en la radio alguien que parece saber de qué habla (como todos nosotros, no es cierto?) explica que desde diciembre los bancos españoles han comprado deuda alemana, entre otra, y que en realidad rescatar a los bancos españoles es rescatar en parte a los alemanes.

Sigo leyendo y me entra una especie de bajón inmovilizante. Dentro de mi cabeza voy negando y suspirando mientras pienso "deberíamos estar todo en la calle manifestándonos, no tomando café con cara de indignación en la barra del bar". Pero con al economización, ese es el otro virus, la inmovilitis por depresión de crisis. Resulta que en las encuestas mundiales ESADE y otras escuelas de negocios nacionales tienen muy buen prestigio, ¿dónde están esos expertos que tan valorados pasean por el mundo? Recortes por aquí y por allá, educación, sanidad, copago, un esfuerzo más a los "contribuyentes" que somos "todos", Europa que nos echa bronca, los bancos que se hacen los longuis... Llego hasta la página 21: ¡¡¡basta!!! Más me valdría volver a mi lectura a la inversa de los diarios, empezando por la contraportada con sus interesantes entrevistas motivadoras y positivas, con la programación de la tele (a ver qué dan hoy... Nada), saltando economía y deportes que ni fú ni fá ni lo entiendo, deteniéndome en sociedad, ciencia, educación y "esas cosillas" que suelen quedar relagadas más allá del bloque duro, leyendo a fondo opiniones, cartas al director y editoriales, pasando por Internacional y si me da tiempo (que no suele) viendo qué dicen esta vez de nuevo en los círculos políticos y económicos. Con la lectura del titular solía bastar. La lectura invertida siempre es más divertida y relajante.


Estoy mareada... La crisis me marea. Si voy al doctor, que debería, porque la crisis y las noticias sobre la crisis generan un aura social de pesimismo que en nada favorece a la felicidad de las personas... Si voy al doctor, me dirá que me relaje, que no vea los telediarios, ni lea prensa, ni mire titulares en Twitter, ni me informe de nada. Pero creo que estoy enganchada, le diría: "es que soy periodista, ¿sabe usted?", y el doctor me miraría con compasión con mirada de no poder hacer nada más por mí. Aunque quizá deba recetarme una carrera de economía o un máster de ESADE para entender algo y ser una experta de verdad. Porque a mí todo esto de la crisis y las medidas ahora mismo me rechina. No entiendo tanto recorte y tan poca optimización de recursos. Los tijeretazos siempre en el mismo lado y nunca afectando a políticos o banqueros. No entiendo porqué los que han gestionado mal un banco se quedan eternamente en su sillón o dimiten pero con indemnizaciones astronómicas. No entiendo la facilidad de despido y la cultura política del no moverse de la silla (ya se sabe que quien se va a Sevilla...). No entiendo que recortar sin crear nada incentive la economía. No entiendo porque escogemos presidente del gobierno si mandan desde Bruselas, los mercados financieros y la Casa Blanca. No entiendo nada. ¿Alguien me lo explica? ¿O no interesa?

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